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La Novena de Mahler: Scherzo y Rondo-Burleske. Danzas y Parodias


Scherzo-Ländler ( Segundo movimiento )

Como un náufrago que trata hasta el último momento de mantenerse a flote, Mahler se resiste una y otra vez a desprenderse de la vida a la que repasa desde muy diferentes ángulos. Del sabor de la muerte del Andante, ahora nos conduce a la Danza.

En una sinfonía de la que se ha dicho que es una profunda despedida, irrumpen los bailes. Mahler mira el mundo que va a abandonar y lo mira con una mezcla de nostalgia y sarcasmo. La música de estas danzas tienen un aire burlón, carnavalesco, incluso a veces macabro. Casi recuerda el estilo de Serguéi Prokófiev y de Dmitri Shostakóvich.

El movimiento es un Scherzo lleno de humor , imagen de un mundo deformado. El recuerdo a la música popular es irónico, casi grotesco a veces. Un símbolo de lo social, de lo mundano y de lo pasajero. Un cierto desdén hacia la vida cotidiana, hacia lo aristocrático y superficial que conllevaba aquella vida hipócritamente alegre de la Viena de su época . Es la imagen de ese mundo en el que vivía pero reflejada  a través de un espejo cóncavo.

Si el Andante y el Adagio final nos muestran el desmoronamiento del hombre, acaso el Scherzo y el Rondo-Burleske que le sigue, surgen para evocar el recuerdo de mundos desmoronados y sociedades definitivamente zozobradas.
Este Scherzo, será el último movimiento “humorístico” del compositor pero sin la menor noción feliz asociada al termino.

El Scherzo, lleva la indicación de Mahler: Im tempo eines gemächlichen Ländlers, algo así como en tempo de apacibles danzas. 

El movimiento se desarrolla en tres temas o danzas principales, diferenciados por el tempo: primero, 30:05 un grotesco e irónico ländler; luego sigue un vigoroso vals 32:43 mucho más rápido y finalmente de nuevo otro ländler, lento y amable 35:36 casi como un minueto a cámara lenta, al que se mezclan amargas referencias a cargo de la trompa y que termina de sopetón ... "El baile ha terminado."

El desarrollo del movimiento sigue el esquema del rondo-variaciones. Prodigioso manejo de las danzas musicales en él contenidas, se reexponen con variaciones, se alternan y se mezclan de forma sorprendente con continuas rupturas de intensidad. Al final todo se diluye en una coda de fantasmagórica belleza

El primer tema o danza (Ländler), es especialmente parecido al segundo tema del Scherzo de la Sexta Sinfonía (aquellos juegos de niños citados por Alma Mahler), añoranza de ser un niño, cada vez más lejano y más cercano.

Im tempo eines gemächlichen Ländlers (Scherzo - Ländler) 
30:05 - 47:32


Rondo-Burleske 47:35 - 59:26


                Leonard Bernstein & Royal Concertgebouw Orchestra

Rondo-Burleske ( Tercer Movimiento )


 ... Ecos irónicos de las sinfonías Quinta, Sexta y Séptima en el Rondo-Burleske, música de una densidad contrapuntística llevada al extremo.
Movimiento expresionista, perpetuamente agitado y gesticulante en él que pueden adivinarse presagios de Sergéi Prokófiev.

Hay en el movimiento algo desacostumbrado dentro de la estética de Mahler, la variación, pues todo el movimiento es una variación de sí mismo, forma tan querida de los antecedentes del músico ( Beethoven, Brahms, Liszt ) y de sus sucesores ( Schoenberg , Webern.) Un movimiento que constituye uno de los más serios intentos de melodía de timbres en la obra de Mahler.

El movimiento consta de tres episodios y solamente el segundo provoca un fuerte contraste ; solo él rompe el desarrollo polifónico y rítmico: en el centro de este Rondó Burlesco, de entre parodias y burlas, surge un momento de iluminación que expulsa las visiones fantasmales, un remanso en medio de esa agitación musical, llamado por Adorno un “fulgor fugitivo en las profundidades de la tinieblas", minuto 53:07 a 55:31 : No es otra cosa que una fugitiva evocación del inefable tema que se escucha en el Adagio final. Pero el fulgor se desvanece y pronto reaparece la agitación y el Rondó continua y termina su curso mordaz y sarcástico.

Parodias 

Mahler dedicó este Rondó Burlesco a “Mis hermanos en Apolo” que eran sus críticos musicales, a los que también se había referido en la Quinta Sinfonía. En el carácter burlón del Rondo hay quien adivina la ironía de Mahler. 

En el movimiento podrían escucharse dos parodias o caricaturas musicales. Por una parte, una parodia de la Danza Popular de Emmanuel Chabrier, perteneciente a sus "Diez piezas Pintorescas", como crítica de Mahler hacia las visiones artificiales de lo campesino que ofrecían según él algunos músicos franceses. Por otro lado una parodia del mundo artificial de la “Viuda Alegre” de Franz Leháry elige una canción de la conocida opereta de Lehár : “¡¡Ach die Weiber!! – ¡¡Ah las mujeres!! … el estudio de las mujeres es difícil … ¡¡Ah las mujeres , estas mujeres!!






Fin de las Danzas , de la agitación y las parodias. Mahler nos llevará en el cuarto movimiento a uno de los más bellos adagios jamás escritos


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